Arroz para África
Un excedente en la producción de 435.000 toneladas de arroz, destinado a pudrirse en los almacenes de la Unión Europea. Con una petición dirigida al comisario Fischler y al ministro italiano de agricultura, AVSI y la CdO piden que el arroz sea destinado a las poblaciones del Cuerno de África
RICCARDO PIOL
Imaginaos once mil camiones en fila, uno detrás de otro, una columna tan larga que podría cubrir el tramo de autopista que une Milán con Bolonia. Imaginaos que estos camiones están repletos de arroz, una cantidad impresionante de arroz que supera las 230.000 toneladas. Pues bien, todo este arroz está destinado a la basura. Y la imagen de la gigantesca columna de camiones da una buena idea de los miles de toneladas de los que se trata.
Mientras en el mundo 800 millones de personas sufren hambre, más de 725.000 toneladas de arroz en bruto, equivalente a 435.000 toneladas de arroz para el consumo, yacen en los almacenes de la Unión Europea, destinadas a pudrirse porque son los excedentes de arroz producidos por los países de la Unión. De esta cantidad, 234.000 toneladas provienen del mercado italiano y corren el riesgo de ser desechadas: es la ley del mercado, el resultado de alquimias y cálculos de la Unión Europea.
Entregar el excedente
Frente a este derroche, frente al riesgo de que todo este alimento termine en la basura, AVSI y la Compañía de las Obras han decidido promover la iniciativa Un sorRiso per lAfrica, una petición dirigida al comisario Fischler y al ministro italiano de agricultura, Pecoraro Scanio, para que el arroz excedente no se tire, sino que sea destinado a las poblaciones del Cuerno de África, en donde la guerra y la carestía han hecho crónico el problema del hambre. Según el Programa Alimentario Mundial de la ONU, sólo en el Cuerno de África (Etiopía, Eritrea, Somalia, Kenya...) 14 millones de personas sufren hambre. El arroz excedente de la Unión Europea podría satisfacer las necesidades de esta población durante dos meses. Con esta misma cantidad podría vivir toda la población de Eritrea durante seis. La Comisión Europea podría decidir la utilización de este arroz excedente como ayuda alimentaria, tanto dentro como fuera de la Unión. Sin embargo en los últimos 14 meses ni siquiera un grano de este arroz ha sido destinado a países que sufren una crisis grave. Es más: de las 37.000 toneladas de arroz destinadas por Italia (dentro del plan de intervenciones de la UE) para ayudas alimentarias, 30.500 han sido compradas en el mercado italiano, y cerca de 6.500 en países extra comunitarios limítrofes con los países ayudados. Y esto a pesar de que la diferencia de costes entre el arroz que está en el mercado y el del arroz en excedencia es prácticamente nula.
«Es un escándalo inaceptable - dijo Alberto Piatti, administrador delegado de AVSI, en la presentación de la iniciativa -. No se trata de privarnos de algo, sino de entregar la producción excedente. Por esto pedimos al comisario Fischler que permita a los propios estados productores de la Unión decidir autónomamente la posibilidad de destinar su excedente de arroz a fines humanitarios. Y al ministro italiano de agricultura le hemos pedido que apoye abierta y decididamente esta solución de ayuda a las poblaciones africanas, en particular a Somalia, Eritrea y Etiopía, países en donde el gobierno italiano rehuye en este momento importantes responsabilidades institucionales». A la llamada lanzada por AVSI y por la CdO se ha sumado rápidamente la Comunidad de Lombardía.
Más de 20.000 firmas
A través de la página web dedicada a la campaña y del fax miles de personas han enviado su apoyo a la iniciativa: más de 20.000 firmas se han recogido en toda Italia, entre las que se encuentran las de personalidades del mundo de la política como el ministro de Administraciones Públicas, Antonio Maccanico, el subsecretario de la Presidencia del Consejo, Vannino Chiti, el Sr. Frau, parlamentario de Forza Italia en la Comisión de Asuntos exteriores del Parlamento y el senador Umberto Bossi, junto con numerosos representantes de la Liga. Pero también empresarios como Marina Salomon, o Mons. Tomasi, nuncio en Etiopía y Eritrea, y representantes de realidades empresariales y agrícolas del país. Sus firmas, junto con las de más de 20.000 italianos, han sido ya entregadas en la Comisión de Peticiones de la Unión Europea gracias a la intervención directa de Mario Mauro, parlamentario europeo.
Hoy, una vez expuesto el problema, lanzada la petición y recogidas y entregadas las firmas, solo queda la preocupación de ver pudrirse el arroz en los almacenes por culpa de sofismas burocráticos a los que el ministro Pecoraro Scanio ha hecho ya referencia en algunas declaraciones. Pero «si Eritrea ha hecho una petición hace meses y la UE ha dado vía libre al uso del arroz ya desde agosto, ¿cómo es posible - se pregunta Piatti - que el arroz esté todavía en los almacenes? ¿Cuántas personas han muerto o han enfermado en este tiempo? ¿Cuántas morirán todavía antes de que se afronten estos problemas de tipo burocrático-administrativo?».