PRIMER PLANO
Encuentros que abren el horizonte
«La situación civil en este momento carece de un ideal adecuado, porque no existe nada que supere el aspecto utilitarista. Se persigue lo útil de modo egoísta sin ningún punto de fuga ideal. Es algo que no puede durar. El peligro es que se desencadenen conflictos sin fin. «Sin embargo, paradójicamente existen hombres que, más allá de todo esquema, manifiestan una sensibilidad particular, difícil de encontrar, que les permite ocasional y transversalmente oponerse a esta situación. Esperemos que estos hombres puedan aportar una ayuda y en ese caso se conseguiría contener y limitar los daños. «Quizá este deseo de hacer menos difícil la vida de sus hijos o de un determinado grupo de personas, abra en un momento dado el horizonte. Es decir, ojalá quienes tienen este deseo comprendan que para poderlo realizar, necesitan de un ideal, necesitan una esperanza. Creo que esto es posible. Por ejemplo, ciertos aspectos del islam y del judaísmo son así. Cuando hablo de una posición transversal, pienso sobre todo en determinados hombres judíos e islámicos que están más cercanos a lo que aludíamos antes, a una sensibilidad mayor que pueda abrir el horizonte»
Son palabras de Giussani en una entrevista realizada en Lourdes por Gianluigi Da Rold, y publicada en Il Corriere della Sera el 18 de octubre de 1992 (Cf. El yo, el poder y las obras, Ed. Encuentro). Diez años que parecen una eternidad de tanto que ha cambiado el mundo. Exactamente diez años después señalamos dos testimonios transversales excepcionales, que implican a hombres pertenecientes al judaísmo, al cristianismo y al islam.