Chile. La semilla ha echado raíces
El reto de construir desde la nada un colegio, que actualmente cuenta con 1300 alumnos. La caritativa, el nacimiento de la CdO y un programa de formación con AVSI. En aquel encuentro estaba ya todo
AGUAYO BOLIVAR
Los amigos a través de los que conocí el Movimiento me decían a menudo algo que entonces no entendía y que siempre me ha provocado: «En el encuentro está ya todo».
Conocí el Movimiento a los veintitrés años, cuando era presidente de la Democracia Cristiana juvenil chilena. Mis amigos y yo queríamos evangelizar la política, pero todo lo que lográbamos hacer eran proyectos. En un momento dado, conocí a don Ricci y a don Giovanni Danzi. En 1983 Giussani vino a Chile y, cuando nosotros le comentamos que la vida es una lucha contra el poder, el precisó «contra todo poder», el poder de las estructuras, de la sociedad y también mi poder. Recuerdo dos ocasiones en las que nos dijo: «La fidelidad a una presencia es lo que genera una historia» y «Nosotros somos como los antibióticos contra el poder». Fue un cambio radical en mi forma de razonar.
El nacimiento en Chile de algunos colegios fue como una broma. Ayudaba a algunos amigos que habían empezado un colegio para 300 chavales en las afueras de Santiago. Un día me comentaron que el colegio estaba en crisis y que yo debía asumir la dirección. Al comienzo me sentía como un exilado pero ese curso me hizo comprender que la educación estaba fallando. Otra vez saltaron todos mis esquemas: había tratado de salvar un colegio y había fracasado; el obispo que nos había ofrecido la estructura nos dejó en la calle con los 300 chicos. Durante unos meses estuvimos buscando un terreno o un colegio, pero en mi país es muy difícil conseguirlo debido a la fuerte burocratización. Como decía Neruda: en Chile antes de que corra la sangre, correrá la tinta. Al final, en una zona periférica del barrio de San Bernardo encontramos un lugar donde construir. Ahora me sorprendo de cómo hemos respondido muchos en primera persona.
Hoy la escuela San Bernardo cuenta con 1300 alumnos, desde el primer curso hasta selectividad. Entre tanto, Alex, otro amigo, quiso empezar otro colegio totalmente privado que hoy cuenta con 600 inscritos. Otra amiga nos pidió ayuda para empezar un colegio que respondiera a las necesidades de niños minusválidos en una zona muy popular de Santiago.
La Compañía de las Obras en Chile reúne hoy, más o menos, un centenar de empresas, desde las más pobres (campesinos que trabajan tres meses al año y luego no saben como vivir) hasta una empresa de correo exprés a nivel nacional. Un grupo de diez personas dirige la CdO: cuatro economistas, cuatro ingenieros y dos amigos italianos. Nos encontramos continuamente ante muchas necesidades y la CdO ha nacido obedeciendo a lo que se nos presentaba.
Entre nuestras actividades, la caritativa del Monte, uno de los barrios agrarios más populares, es sin duda profundamente educativa. Está a 50 km. de Santiago. Don Antonio iba allí desde hace años a celebrar misa y a administrar los sacramentos. Así conoció a un grupo de campesinos que nos ayudaron durante las inundaciones y en otras ocasiones.
Desde Italia siempre nos han ayudado. Vista la extrema necesidad de formación profesional - los chilenos somos 15 millones y tenemos 70 universidades, lo cual significa que hay miles de licenciados sin trabajo -, AVSI ha empezado un programa de formación profesional. Gracias a nuestro amigo Giovanni que trabaja en Italia, CO-EXPORT se ha convertido en la posibilidad de crear mercado para nuestras pequeñas empresas. Marco, un responsable de Team Service en Italia, vino a Chile y con su gran experiencia nos ayudó a aprender un trabajo.
En el encuentro está ya todo. El resto es el germinar de la semilla. Perteneciendo, trato de responder a necesidades que se me presentan, las hago mías; pero descubro que también son mías aquellas a las que no puedo responder.